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¿POR QUÉ ESTE PROYECTO?
  • La digitalización no es un fin en si mismo. Es un medio para el avance de la economía y la sociedad, para la mejora de las capacidades tecnológicas y para transformar la forma en la que los humanos, la tecnología, los negocios y la sociedad interactúan.
  • España debe progresar en términos digitales para aprovechar las oportunidades asociadas al proceso de digitalización de las empresas, el Gobierno y los ciudadanos.

La transformación digital es entendida como la creación, adopción y uso efectivo de la tecnología en la sociedad. Esta requiere esfuerzos por parte, tanto de los países como de sus actores (Gobierno, sector privado y ciudadanos). En la era de la digitalización y a pesar de los avances experimentados, España no ocupa una posición relevante en el contexto europeo. El país no está siendo capaz de atrapar el valor asociado a ese liderazgo con el consiguiente coste de oportunidad en términos de crecimiento y creación de empleo. Hay que trabajar en el potencial impacto de las tecnologías y reducir la incertidumbre ligada a la transformación digital.

A medida que la sociedad y la economía evolucionan de forma exponencial hacia la digitalización, también cambia la forma en la que se evalúa una sociedad. Por lo tanto, crece la necesidad de implementar legislaciones por parte de los gobiernos: las tecnologías y servicios móviles son ya responsables del 4,4% del PIB y de 28 millones de empleos a nivel global1. Además, las estimaciones reflejan que cada dólar adicional invertido en infraestructuras TIC puede contribuir a una aportación adicional de 5 dólares al PIB hasta 20252. En el caso de España, esta reinvención digital puede tener un impacto de entre 1 y 2 puntos anuales en el PIB hasta dicho año3.

El uso extensivo de las tecnologías conlleva una interconectividad global que ayuda a cerrar brechas digitales y ampliar la sociedad del conocimiento4. Es decir, el desarrollo de una sociedad depende, en la actualidad, de su nivel de digitalización. Los efectos derivados de esta transformación serán diferentes en cada país dependiendo de su nivel previo de desarrollo. Si bien hoy en día existen sociedades más avanzadas (por ejemplo, en base a su PIB per cápita), el proceso de transformación digital es aún un germen. Sin embargo, los más beneficiados serán aquellos países o ciudades que concentren un mayo porcentaje de talento y potencial económico5. En Europa está previsto que el conocimiento digital favorezca a su conjunto. Aún así el beneficio no se reparte homogéneamente y algunos países están mejor posicionados que otros para aprovechar las nuevas oportunidades. El precio de la falta de acción puede ser alto: aunque los países son más diversos y en general más resilientes que las empresas, no pueden permitirse ignorar los grandes cambios que se están produciendo en el entorno competitivo en el que operan6.

La revolución digital afecta a una multiplicidad de capas. En primer lugar, crea oportunidades para emprendedores y empresas y, además, aporta grandes beneficios a los consumidores. Pero, también se alteran los ciclos de producción, las necesidades de capacidades de los trabajadores y se destruyen empleos en determinados países y sectores7. Esto expone a los países y a los trabajadores a una mayor competencia. La globalización ha generado nuevas fronteras que ya no están determinadas por el territorio, sino por los negocios transfronterizos y las grandes economías. En este sentido, los países europeos deben ser capaces de competir globalmente y a largo plazo, tanto creando cuotas en otros mercados como protegiendo su cuota en los mercados locales. Las actividades de I+D y el talento tecnológico tienden a concentrarse, tanto geográficamente como a nivel empresa. Es decir, un pequeño número de empresas son responsables de un gran gasto en inversión en I+D. Las sedes de las principales compañías se concentran en pocos países, fundamentalmente en Estados Unidos, Japón y China. Además cerca del 70% de su gasto total se concentra en apenas 200 empresas8.

La transformación digital también implica un cambio en la fuerza laboral de un país. Los países en los que los trabajadores usan las TIC de forma más profunda, presentan una mayor proporción de trabajos no rutinarios que implican especialización en tareas más complejas9. Es por esto que a cuanto más avanzada esté la digitalización, mejores habilidades digitales tendrá la población en general.

Como en todas las transiciones económicas de gran escala anteriores el proceso no va a ser suave y los resultados están muy determinados por la actitud y políticas adoptadas, a nivel nacional e internacional.

1 GSMA, 2017
2 GCI, 2017
3 COTEC, 2017
5 McKinsey, 2015
6 BCG, 2016
7 UNCTAD, 2017
8 OCDE, 2017
9 OCDE, 2017

Objetivos

El objetivo de este proyecto es servir de punto de partida y analizar periódicamente la evolución de España en el desarrollo digital de su economía. Se combinan distintos indicadores que aportan datos concretos del mismo y que permiten:

  • Analizar la evolución en el tiempo de los avances de España en el ámbito digital, con especial énfasis en su desempeño individual.
  • Analizar dicha evolución con respecto al resto de países comparables e identificar el estado de desarrollo comparado.
  • nalizar la brecha digital geográfica, es decir, la diferencia entre países en cuanto a desarrollo digital y, en un futuro, las diferencias regionales dentro de España.
  • Evaluar el potencial de desarrollo futuro.
  • Identificar las áreas de mejora y proponer medidas a adoptar, teniendo en cuenta su potencial impacto positivo.
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